lunes, 13 de abril de 2009

El papel de las magdalenas...


En la estación de autobuses algo se me agitó en el vientre. La señora de la limpieza no me dejaba pasar al servicio de caballeros ya que estaba haciendo esgrima con la escobilla o algo parecido. Me metí al cagalero de señoras. Había dos letrinas así que me pasé a la libre solo después de haber esquivado varias meadas con olor a lacasitos tóxicos de mujer...

Me rompo, me corrompo...

En la humedad del baño me hago más primitivo, me pongo en contacto con mis ancestros. Tengo que contenerme para no dibujar en la pared una pintura rupestre con mis propios excrementos. Y entonces me doy cuenta lo sencillo que es todo, y de lo inútil que es buscar el placer en lo inalcanzable. Somos más animales. El placer es cagar cuando nos cagamos, mear cuando nos meamos, beber un trago refrescante cuando tenemos sed, comer cosas grasientas y eyacular átomos bajo las estrellas...

A lo que iba, cuando estoy en plena faena escucho un acorde anal digno del mesías. Provenía de la letrina de al lado. No se paro en seco el ruido anal, de pronto una percusión digna del amazonas casi me deja sordo. Es como si el emisor tuviera al mismísimo "Carliños Brown" dentro de su ojete. Que ritmo en el culo, que cacofonías. El esfínter se le volvió a abrir y se escucho el monzón de verano. Había cagado por lo menos una patera sin supervivientes. Antes de morir axfisiado como un judío en una cámara de gas, decidí poner los pies en polvorosa. Poco importa limpiarse el ojete en estas circunstancias, antes salvarse el pellejo y los pulmones...

Una vez a salvo tenía que averiguar quien era el pedorro cagón. Como aún no salía del inodoro, me tomé un café mientras vigilaba la puerta cual hiedra venenosa. Esto es curiosidad en estado puro y no lo que practican algunos. Por fin, la puerta del infierno de azufre se abría. Estaba seguro que sería un macho ibérico o tal vez una mujer búlgara que tienen dos veces mi espalda, pero no fue así...

SORPRESA

La responsable, y sólo ella, era una mujer muy pequeña y delgada, más cerca de la gula que de la judía verde. Unos 24 años y teñida de color "algo". Esto demuestra que el tamaño no importa o que llevaba sin ir al baño más de media vida. Pero yo realmente creo que esta inocente criatura estaba muy harta de la situación laboral española, de no encontrar trabajo ni rumbo. Sencillamente no pudo más y reventó por el cóxis...

En fin, esta dama es una "trovadora" de nuestro tiempo, no se trata de un simple retortijón, es un poema locutado por el culo a la crisis, una saeta de excretos de carretera. Eso si, después del cante jondo se tendrá que arrancar las bragas como si fuera el mismísimo papel de las magdalenas...

Un saludo a todos, y cuando vayáis al baño a sudar estiércol, recordad que también haceís poesía barata...


4 comentarios:

  1. Jajajajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!! Es lo mejor que he leído desde Bukowski!!!!!!!!!!!! Tienes que subir todos tus textos y las visitas a tu blog se multiplicarán. Joer es que todavía sigo flipando...

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  2. madre mía... me iba a ir a la cama cuando leo el mail de Iván con este post.. y yo que me quería perder esto! ahora sí que soñaré feliz!! ...(ains.. con lo sensible q soy yo..jeje) a la una de la mañana leyendo estas cosiñas... no creo q sea sano para el cerebro...tendré q leerme La Cenicienta para dormir en paz... jajaja.. q no.. Congratulations David! una lectura muy interesante...

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  3. jajaajaaja... alucino! Yo no sé lo que voy a soñar... mañana si me acuerdo te lo cuento, jeje. El post increíble, qué cosas!

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